La próxima gran revolución del software no tiene manos
Escrito por
Gerardo Parra Toro
el
May 5, 2025
Sí, leíste bien. No tiene dedos, ni café en la mesa, ni stickers de Star Wars en su laptop. Pero está escribiendo código como si llevara años en esto. Según Satya Nadella, CEO de Microsoft, el 30% del código en sus repositorios ya lo escribe una inteligencia artificial.
Treinta por ciento. En serio, piensa en eso. En uno de los gigantes tecnológicos más influyentes del planeta, casi uno de cada tres bloques de software es obra de una IA. No estamos hablando de scripts de juguete o tareas de autocompletado. Hablamos de código real, que mantiene productos usados por millones de personas, que escala, que integra, que opera.
Este no es un experimento de laboratorio ni una promesa a cinco años. Está pasando ahora, y redefine el rol del desarrollador humano. Porque si la IA ya no solo sugiere funciones sino que programa en serio, entonces los programadores dejan de ser los únicos autores del software y pasan a ser algo más parecido a... directores de orquesta. O, si quieres ponerle un nombre con más flow, vibe coders: gente que no solo sabe picar código, sino que también dirige la energía, la intención y el diseño del sistema como un todo, coordinando una sinfonía entre humanos y máquinas.
El impacto no es menor. La IA está colonizando un espacio que se creía exclusivamente humano: la creación técnica. Y lo está haciendo de forma tan eficiente que es inevitable sentir una mezcla rara entre asombro, vértigo y ese cosquilleo que te da cuando sabes que estás viendo historia en tiempo real.
Así que sí: la IA ya no solo conversa bonito o pinta cuadros psicodélicos. Ahora también construye la infraestructura digital del mundo. Y si eso no te vuela la cabeza, no sé qué lo hará.